La fuerza inevitable el golpe contenido la palabra precisa y la sensación de hallar, tocar, acariciar y luego lo exacto pero frágil, liviano, etéreo al ritmo de los tiempos.
Al amparo de pedazos de papel el niño deja caer los áfanes de otros tiempos en una cometa en un pececito de colores en un caballo de metal mientras la luna deposita sus ritmos vitales en sus ojos
Me gustaría hablarte del temor inevitable de perder las máscaras de Dios de sentir las descargas de la ira de la irrefrenable espiral del tiempo golpeando los sueños Como me gustaría deleitarme en tus jugos y en tu memoria para estimar la existencia como me gustaría hablarte, pero tu ausencia me aburre.
Hoy he pensado en el tiempo en las amadas y añoradas en la ausencia en la certeza en la nostalgia en los cuerpos ajenos en la melancolía en las alas de la música en los ojos tristes de Marilyn en los amigos en la distancia en la lluvia barredora de tristezas en el silencio en la vida disuelta a cuentagotas en la ternura en la madrugada en los caminos sin recorrer en la soledad acompañada
en las imágenes en el miedo de los demás en los fantasmas en el árbol sacrificado en la mirada de Nitchevá en la inocencia perdida en la libertad en la locura en el futuro en la estética de las ventanas(por abrir) en la amiga preferida en el mundo en las mentiras deliciosas del amor en las manos de Eurídice en la casa sin terminar en el viento cómplice en el mago Melies –hacedor de ilusiones- en la sonrisa de Olga Isabel en las caricias abandonadas en la aventura en los sueños(los propios)
en el milagro del sexo en las luces de la ciudad en la transparencia en las cartas sin contestar en la canción en la poesía en las tardes de lluvia en las intimidades tendidas al sol en los zapatos viejos de Chaplin en las palabras exactas que confirmen la existencia.
“Como se nace de la madre hacia la vida, se nace del vientre de la tierra hacia la trascendencia”. Gonzalo Arango
Entretejía ideas con tristezas viejas y esperanzas nuevas porque soñar no es privilegio de los niños, sino de los que piensan en un mañana cualquiera mientras desbarata las letras, palabras y frases hechas en un fragmento no olvidado en cajas de cartón.